- Señor, ¡cuán altas son las olas,y qué oscura la noche!
¿No querrás iluminarla para mi que velo solitaria?
- Mantén firme el timón, ten confianza y quédate tranquila.
Tu barca es preciosa a mis ojos, quiero conducirla a buen puerto.
Aguanta sin desfallecer los ojos fijos en la brújula.
Ella ayuda a llegar al final a través de noches y tempestades.
La aguja de la brújula de abordo se estremece pero se mantiene.
Ella te mostrará el cabo a donde que quiero verte llegar.
Ten confianza y quédate tranquila:
a través de noches y tempestades
la voluntad de Dios, fiel,
te guía si tu corazón está en vela.
Santa Teresa-Benedicta de la Cruz [Edith Stein]
(1891-1942, carmelita descalza, mártir, co-patrona de Europa)
Poesía “La tempestad”, 1940
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