Centro de Investigaciones en Antropología Filosófica y Cultural (CIAFIC)
“La expresión de lo sagrado en el arte” es el tema del Ciclo de Conferencias 2008 que organiza el Centro de Investigaciones en Antropología Filosófica y Cultural (CIAFIC). Los encuentros del primer cuatrimestre se desarrollarán en Junín 1360, Buenos Aires, los lunes de 19.20 a 21.
El 26 de mayo la doctora María Sara Cafferata disertará sobre el “Simbolismo sagrado en el arte medieval”, y la conferencia del 30 de junio, a cargo de la licenciada Elizabeth B. de Ortiz, girará en torno a la “Simbología sagrada en el arte de los íconos”.
En el segundo cuatrimestre están proyectadas otras conferencias, con fechas a confirmar, a cargo de los doctores José A. Marchi, Ruth Corcuera y Darko Sustersic, y las licenciadas Elena Mallea y Clara Gorostiaga.
Informes e inscripción: mariasara3@hotmail.com; www.ciafic.edu.ar.+
FUENTE: AICA, Buenos Aires, 22 May. 08
jueves, 22 de mayo de 2008
lunes, 19 de mayo de 2008
domingo, 18 de mayo de 2008
Fiesta de la Santísima Trinidad
"«Un solo Dios, un solo Señor, en la trinidad de personas y en unidad de su naturaleza» (Prefacio)
Refrán: ¡Bendito sea el que te envía!
Refrán: ¡Bendito sea el que te envía!
Toma como símbolos el sol para el Padre para el Hijo, la luz, y para el Espíritu Santo, el calor. Aunque sea un solo ser, es una trinidad lo que se percibe en él. Captar al inexplicable, ¿quién lo puede hacer? Este único es múltiple: uno formado de tres, y tres no forman sino uno, ¡gran misterio y maravilla manifestada! El sol es distinto de sus rayos aunque estén unidos a él; sus rayos también son el sol. Pero nadie habla, sin embargo, de dos soles, aunque los rayos son también el sol aquí abajo. Tampoco nosotros decimos que habría dos Dioses. Dios, Nuestro Señor, lo es, también él, por encima de lo creado. ¿Quién puede enseñar cómo y dónde le está unido el rayo al sol, así como su calor, siendo libres. No están ni separados ni se confunden, unidos aunque distintos, libres pero unidos, ¡oh maravilla! ¿Quién puede, escrutándolos, tener poder sobre ellos? ¿Y, sin embargo, no son ellos, aparentemente tan simples, tan fáciles? Mientras que el sol permanece todo él arriba, su claridad, su calor, son, un símbolo claro para los de aquí abajo. Sí, sus rayos llegan hasta la tierra y se quedan en nuestros ojos como si revistieran nuestra carne. Cuando nuestros ojos se cierran en el momento del sueño como a unos muertos, los abandona, a ellos que seguidamente se desvelarán. Y cómo la luz entra en el ojo, nadie lo puede comprender. Así Nuestro Señor en el seno... De esta manera Nuestro Señor se ha revestido de un cuerpo con toda su debilidad, para venir a santificar al universo. Pero cuando el rayo vuelve a su fuente, nunca ha estado separado del que lo engendró. Deja su calor para los que están abajo,como Nuestro Señor ha dejado el Espíritu Santo a los discípulos.
¡Contempla estas imágenes en el mundo creado, y no dudarás, en cuanto a los Tres, porque sino te pierdes! Lo que estaba oscuro te lo he hecho claro: cómo los tres hacen uno, trinidad que no forma sino una esencia."
¡Contempla estas imágenes en el mundo creado, y no dudarás, en cuanto a los Tres, porque sino te pierdes! Lo que estaba oscuro te lo he hecho claro: cómo los tres hacen uno, trinidad que no forma sino una esencia."
San Efrén (hacia 306-373), diácono en Siria, doctor de la Iglesia Himno a la Trinidad
domingo, 11 de mayo de 2008
Señor, envía tu Espíritu y renovarás la faz de la tierra!
Evangelio según San Juan 20,19-23.
"Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: "¡La paz esté con ustedes!". Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo: "¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes". Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: "Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan".
sábado, 10 de mayo de 2008
domingo, 4 de mayo de 2008
La Ascención de Jesús a los Cielos
Evangelio según San Juan 17,1-11.
"Después de hablar así, Jesús levantó los ojos al cielo, diciendo: "Padre, ha llegado la hora: glorifica a tu Hijo para que el Hijo te glorifique a ti, ya que le diste autoridad sobre todos los hombres, para que él diera Vida eterna a todos los que tú les has dado. Esta es la Vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a tu Enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste. Ahora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía contigo antes que el mundo existiera. Manifesté tu Nombre a los que separaste del mundo para confiármelos. Eran tuyos y me los diste, y ellos fueron fieles a tu palabra. Ahora saben que todo lo que me has dado viene de ti, porque les comuniqué las palabras que tú me diste: ellos han reconocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me enviaste. Yo ruego por ellos: no ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque son tuyos. Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío, y en ellos he sido glorificado. Ya no estoy más en el mundo, pero ellos están en él; y yo vuelvo a ti. Padre santo, cuida en tu Nombre a aquellos que me diste, para que sean uno, como nosotros".
sábado, 3 de mayo de 2008
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